El Cristiano y las Armas
Hay
quienes consideran que los cristianos no deben portar ni poseer armas. En este
episodio del evangelio de Juan se evidencia que Pedro portaba arma con el
consentimiento de Cristo, aunque la usó sin su consentimiento.
"Jesús entonces dijo a Pedro: Mete
tu espada en la vaina; el vaso que el Padre me ha dado, ¿no lo tengo
de beber?" ( Jn 18: 11 )
Aquí vemos que Cristo le ordena a Pedro que metiera la espada en la
vaina. Eso significa que Pedro andaba con un arma visiblemente colgada en su
cuerpo. No se trataba de una pequeña daga oculta entre sus ropas, de
forma que Cristo no hubiera podido verla; sino de una espada con vaina y todo. Si
a Cristo le hubiera parecido impropio o pecaminoso el portar armas, se lo
hubiera prohibido a Pedro. Esto nos demuestra que el Señor no se
oponía a que portaran armas, ni él enseñaba tal cosa.
En
Lc 22: 35-36 vemos también que Cristo no se oponía a la tenencia
de armas por parte de sus discípulos, porque incluso le recomienda a sus
discípulos que compren espada.
"Y a ellos dijo: Cuando os envié sin
bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ¿os faltó algo? Y ellos
dijeron: Nada. Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y
también la alforja, y el que no tiene, venda su capa y compre
espada." ( Lc 22: 35-36 )
Algo
semejante ocurría con Juan el bautista, el cual no decía a los
romanos que dejaran de ser soldados, sino que no extorsionaran y se
contentaran con sus pagas. Juan no iba a predicar lo que no estuviera de acuerdo
con la doctrina de Cristo, y lo que a éste le pareciera mal.
"Y le preguntaron también los soldados, diciendo: Y
nosotros, ¿qué haremos? Y les dice: No hagáis
extorsión á nadie, ni calumniéis; y contentaos con
vuestras pagas” ( Lc
3:14 )
Tanto Juan el bautista como Cristo, nunca dijeron a los centuriones que dejaran
de serlo, mientras que a las prostitutas sí se les decía que
dejaran de serlo. Era evidente que tener armas no era pecado, pero fornicar
sí lo era. Si tener armas o ser militar hubiera estado entre las
cosas que no se debían hacer, tanto Jesús como Juan lo hubieran
manifestado así. Ellos no callaban ante nadie.
Una
ignorancia semejante a esta de no ser militar ni portar armas, sufrían
muchos judíos de la época helénica. Se dejaban matar
por no pelear en sábado. Por no leer toda la Biblia, sino
sólo pedacitos salteados, habían llegado a la conclusión
de que en sábado no se podía guerrear, porque eso era transgredir
un mandamiento de Dios. Si en vez de seguir lo que les decían sus tontos
maestros hubieran leído el libro de Josué, hubieran visto que
cuando éste hombre de Dios sitió a Jericó, marchó
alrededor de la ciudad siete días, de los cuales, evidentemente, uno de
ellos tuvo que ser sábado. Por tanto se podía estar en
trajines militares los sábados.
"Empero Jericó estaba cerrada, bien
cerrada, a causa de los hijos de Israel. Nadie entraba, ni salía. Mas
Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a
Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. Cercaréis pues la
ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y
esto haréis seis días. Y siete sacerdotes llevarán
siete bocinas de cuernos de carneros delante del arca; y al séptimo
día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes
tocarán las bocinas." ( Jos 6: 1- 4 )
En
la misma forma en que aquellos hermanos de la época helénica,
estaban errados respecto a defenderse los sábados, así
también hay millones de cristianos hoy en día que
también están errados respecto a portar y usar armas para
defender a su esposa e hijos. Siempre Satanás lleva a los cristianos
a un extremo o a otro.