Jonás no llegó a Nínive recién vomitado por la
ballena
Una de esas
historietas fantasiosas que no tienen base bíblica, es la que he
escuchado contar a más de un pastor. Les he oído decir que cuando Jonás
llegó a Nínive, venía todo hecho harapos, con la piel medio
decolorada, digerida parcialmente en el estómago de la ballena,
el pelo chorreando baba, y luciendo un deplorable y aterrador aspecto;
razón por la cual, según ellos, hizo tanta impresión en los
ninivitas. Ese cuento es un exceso de fantasía y no tiene la menor base
bíblica ni lógica, como explicaré a continuación. Esa historieta
es algo parecido al cuento de que los sumos sacerdotes tenían que entrar en el
Lugar Santísimo con una soga amarrada al tobillo. Todo eso son leyendas
inventadas por gente que quiere tener algo nuevo que decir, las cuales
leyendas se tragan muchos buenos hermanos y las repiten sin analizar lo que les
han dicho. Hay quien es de opinión que la Biblia no sólo hay que leerla,
sino también meditarla. Me parece bien; pero da la sensación de
que estas fantasías son producto de gente que lee poco la Biblia pero la “meditan”
demasiado. Deben leerla más y “meditarla” menos.
Jonás, para
huir de Dios, fue al puerto de Joppe, que se halla en la costa de Israel,
en el Mar Mediterráneo, junto a Tel Aviv, y que actualmente se
llama Jaffa. Fue allí donde se embarcó; fue en ese mar
Mediterráneo donde la ballena lo tragó; y fue en las costas de ese mar
que la ballena lo vomitó.
“Y Jonás se levantó para huir de la presencia
de Jehová a Tarsis, y descendió a Joppe; y halló un navío que
partía para Tarsis. Y pagando su pasaje, entró en él, para
irse con ellos a Tarsis de delante de Jehová.” (Jon
1:3)
El que le
eche un vistazo al mapa de esa región podrá darse cuenta de que Jonás,
para ir a Nínive, no podía ir en el vientre de una ballena, porque el
Mar Mediterráneo no tiene conexión con Nínive. Él tenía que llegar a la costa
del Mediterráneo, y desde allí enfilar hacia el este, atravesar la
tierra de Israel y caminar más de 500 millas (800 Kms) para llegar a Nínive.
Es lógico por
tanto, que se bañara, se vistiera y se repusiera en Israel,
y que demorara largo tiempo en caminar las 500 millas. Para el momento
en que Jonás llegó a Nínive, ya toda la baba del pelo y las supuestas
lesiones de la piel, si es que en verdad las tuvo, estarían
completamente sanadas. Es decir, que cuando Jonás llegó a Nínive
era ya un hombre normal en el que no se veían las huellas del trágico episodio
que había sufrido. Yo no sé por qué inventan tanta bobería. Mejor
dicho, sí sé, es para tener algo “nuevo” que decir, quién sabe con que
propósito. Es válido usar el
razonamiento en nuestras interpretaciones bíblicas, pero no inventar
sandeces y presentarlas como si fueran pura interpretación bíblica.