La longevidad y el Diluvio
Después del Diluvio la lluvia continuó haciendo el mismo trabajo, aunque en
menor escala, lavando los terrenos alrededor del mundo, y arrastrándolos al
fondo de los mares. Si no fuera por el constante crecimiento de plantas, aún en
los desiertos y sobre las rocas, y por la constante caída de polvo cósmico, la
superficie del planeta estaría destituida de todo suelo fértil y de toda capa
orgánica.
Muchas clases de animales han desaparecido a consecuencia del Diluvio. Es
posible también que a causa del Diluvio, muchas clases de plantas hayan
desaparecido. Esto puede significar que después del Diluvio la humanidad y
el reino animal no tienen todas las clases de alimentos que solían tener antes.
Tal
vez fue a consecuencia de este brutal lavamiento del terreno y la desaparición
de ciertas plantas, que la raza humana comenzó a decrecer en longevidad. El
hecho cierto es que después del Diluvio la longevidad humana se redujo
El promedio de vida de nuestros bíblicos
antecesores era de más de nueve siglos hasta llegar a Noé. Sin embargo, la longevidad de
su hijo Sem decreció a un 60 % de la de su padre. Debemos recordar que Noé
vivió 600 años comiendo los alimentos que crecían en el terreno que
originalmente Dios creó, mientras que su hijo Sem solamente comió de aquella
clase de alimentos, durante 100 años.
Desde la Creación hasta antes del Diluvio la humanidad disfrutó por más de 1600
años de todos los alimentos originales que fueron creados. No solamente eso,
sino que esos alimentos crecieron en la buena tierra original. Debido a eso
aquellos hombres disfrutaron de un altísimo promedio de vida; sin embargo, los
que nacieron menos de un siglo después del Diluvio vivieron menos del 25 % de
lo que habían vivido sus ancestros.
La mayoría de las veces los números
abstractos no nos dicen mucho, pero una gráfica nos hace darnos cuenta de
la realidad. En la segunda gráfica podemos comparar visualmente
el promedio de vida de nuestros ancestros bíblicos anteriores al Diluvio, con
el de sus descendientes que vivieron inmediatamente después, y con el promedio
de vida actual.
El
promedio de vida de los que vivieron inmediatamente después del Diluvio
decreció a un tercio del que tenían sus abuelos. Nuestro actual promedio de
vida es el 7.6 % del que vivían nuestros ancestros bíblicos que vivieron antes
del Diluvio, y el 24 % del que disfrutaron los que vivieron inmediatamente
después del Diluvio.
La
tercera gráfica nos muestra en orden cronológico, la duración de la vida de
los 22 primeros patriarcas. En esta tercera gráfica podemos darnos cuenta de
cómo la vida de aquéllos iba decreciendo a medida que pasaba el tiempo. De
acuerdo a lo dicho por Moisés, en su tiempo, la duración promedio de la vida
era de 70 u 80 años, como lo dice en el salmo 90:10.
"Los días de nuestra
edad son setenta años, que si en los más
robustos son ochenta años; con todo su fortaleza es
molestia y
trabajo; porque es cortado
presto, y volamos."
( Sal 90: 10 )