Peligro de creer que el Rapto ocurrirá antes de la Gran Tribulación

San Pablo dijo: Examinadlo todo, retened lo bueno

      El peligro de creer que la Iglesia será raptada antes de la Gran Tribulación, estriba en que el cristiano deja de estar alerta a la profecía y a las circunstancias que le rodean. Si estuvieran alerta, pudieran escapar, como nos instruye el Señor. Los cristianos del primer siglo tenían que estar alerta para huir cuando vieran a Jerusalem cercada de ejércitos, según les advirtió Jesús. Si un hermano confía en un rapto que no ha de venir antes de la Gran Tribulación, va a ser víctima del error que le inculcaron.

      La responsabilidad de predicar ese falso rapto estriba en que adormecemos a nuestros hermanos con una mentira, y los privamos de poder utilizar los medios que Dios nos brinda, para protegernos de la Gran Tribulación.

      La responsabilidad por predicar la mentira del Rapto anterior a la Gran Tribulación es muy grande. Averigüemos la verdad para no mancharnos las manos con la sangre de nuestros hermanos a quienes engañamos. De toda palabra ociosa que hablemos, tendremos que dar cuenta el día del juicio.

      En el libro “Rapto Vs Arrebatamiento o Ficción Vs Realidad”, se demuestra que existe un arrebatamiento de los cristianos después de la Gran Tribulación, durante la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo; pero que no existe un rapto anterior a la Gran Tribulación.

      Dios promete a sus hijos librarlos de la G. T., pero ellos tienen que estar alerta sobre qué es lo que tienen que hacer; al igual que los cristianos del primer siglo tenían que estar alerta para huir cuando vieran a Jerusalem cercada de ejércitos, según les advirtió Jesús.

      El rapto anterior a la Gran Tribulación es un engaño, como lo advirtió San Pablo cuando dijo: No os engañe nadie en ninguna manera, porque no vendrá sin que venga antes la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.”

      Pablo sabía que iban a tratar de engañar a los hermanos, respecto a que Cristo iba a venir a buscarnos antes de la aparición del antiCristo. Este es un asunto de vital importancia; lea el libro "Rapto Vs Arrebatamiento o Ficción Vs Realidad". Si usted tiene interés en esta obra puede pedirla a Rafael Luis Serralta-Nogués y se le enviará completamente gratis. Puede enviar un E-Mail a rlserralta@netzero.net, o escribir al P. O. Box 655126 Miami, FL 33265-5126. Asimismo puede bajar éste y otros libros, de nuestro Website www.bibleserralta.com; pues como dijo Pablo Examinadlo todo, retened lo bueno”.

      En este website también encontrará, tanto en español como en inglés, una serie de artículos sobre diversos errores que se han introducido en el cristianismo, y cómo defender la verdadera doctrina cristiana.

      Estas notas son buenas para entender algunos temas que los enemigos de Dios han tratado de torcer; o temas que son difíciles de interpretar. Vale la pena leerlos. Usted puede usar el material que aquí hay para ayudar a otros; especialmente a los miembros de su iglesia. A menudo hallará usted aquí una nueva Nota Bíblica”. Visítenos con frecuencia.

      Es un patrón de conducta de Nuestro Señor Dios, el dar siempre a los suyos oportunidad de escape, cuando Él envía una hecatombe. Ese beneficio se obtiene siempre y cuando Su gente esté atenta a las señales que Él ha dado en su palabra, para anunciar la inminencia de la tragedia. Dios va a librar de la Gran Tribulación a sus siervos que estén alerta a su palabra, pero no los librará sacándolos del planeta por medio de ese supuesto rapto anterior a la Gran Tribulación, sino dándoles la oportunidad de refugiarse en lo que el Señor Jesucristo revela con el nombre de desierto”. Esto lo pruebo en el capítulo 6 del mencionado libro.

      Creer en el Rapto antes de la Gran Tribulación es como creer que la Tierra es plana. Tratar de ayudar a una persona a abandonar un error que le enseñaron desde que nació es tarea muy difícil, porque ese concepto se ha impregnado en su mente y en su personalidad.

      Esa fue la enorme dificultad que encontró Cristóbal Colón para convencer a los profesores y sabios de la Universidad de Salamanca, de que por ser la Tierra redonda, y no plana, como ellos creían, él podía ir a buscar la India navegando hacia el oeste y no hacia el este. Como que esos profesores y sabios habían crecido con el error de creer que la Tierra era plana, y como además, todo el mundo sabía que la Tierra era plana, no se dejaron convencer por Colón.

      La doctrina del Rapto antes de la Gran Tribulación cae en esa categoría de errores aprendidos desde el nacimiento. Esta doctrina basa su supervivencia en cambiar el significado de palabras y frases, tal y como hace con primera”, final”, un abrir de ojo”, santos”, segunda”, iglesia”, venida”, etc., todo lo cual demostraré a lo largo del libro que les aconsejo leer.

      Son pocos los que desean ni siquiera discutir el asunto. Les lastima su zona de confort, les obliga a razonar, les obliga a disentir de su secta y de sus amigos, pues todos creen en ese Rapto previo a la Gran Tribulación.

      Si fuéramos a creer que porque mucha gente cree algo, eso debe ser la verdad, entonces en vez de ser cristianos evangélicos, debíamos ser católicos, budistas, o animistas, porque cualquiera de esas tres creencias son compartidas por mucho mayor número de gente que las creencias nuestras.

      La casi totalidad de los hermanos que enseñan esta dañina doctrina del rapto anterior a la G. T., lo hacen en inocencia, porque ellos a su vez, desde que nacieron al evangelio, fueron enseñados en ella, se les inculcó; es decir, han sido engañados ellos mismos. Pero pueden desembarazarse de esa falacia si hacen un pequeño esfuerzo: el analizar lo que otros, que no opinan igual, digan sobre el tema. En este caso pueden analizar lo dicho en este libro. Vale la pena que hagan el esfuerzo, no solamente por ustedes mismos, sino por la terrible responsabilidad que significa el engañar a otros.

      Dios siempre ha provisto un escape para su pueblo. Ese escape siempre ha estado condicionado a que sus santos conocieran la palabra de Dios y estuvieran atentos a los eventos y circunstancias que les rodeaban.

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