En
la Biblia, la palabra "desierto" significa "sin habitantes", no "sin
vegetación ni agua".
La Tierra
Prometida era fértil. El pecado y el
clima
En
la versión King James, se usa la palabra "wilderness" para describir
el tipo de territorio por el que iban caminando los israelitas durante el
éxodo, desde su salida de Egipto hasta su entrada en la Tierra Prometida.
El uso de esta palabra por King James es correcto, pero en otras versiones
se usa la palabra "desierto", lo cual trae confusión al lector. La
palabra "wilderness" se usa para indicar un lugar deshabitado, no necesaria-mente
un lugar sin agua ni vegetación.
El
significado primario de la palabra "desierto" en español, es un lugar
solitario, donde no hay habitantes, o al menos son muy escasos. Por
extensión, se le ha llamado desierto a los lugares áridos,
que no tienen agua ni vegetación, como es el Sahara. Esto ocurre porque,
lógicamente, si no hay agua ni vegetación, tampoco va a haber
personas, y por lo tanto, ese lugar va a estar completamente desierto.
Observen el uso de la palabra "desierto". Si en un pueblo no hay gente,
se dice que el pueblo está desierto. Si varias personas han aspirado
a un premio, pero ninguna lo ha logrado, se dice que el premio quedó
desierto. También se le dice desertor a un soldado que deja su puesto.
Lo mismo se dice, al menos en inglés, "He deserted his wife", para
el que ha abandonado a su esposa. En inglés es menos usado en ese
sentido que en español, por lo cual, el uso de la palabra "wilderness"
por parte de King James, es lo correcto.
No obstante, son muchos los lectores de King James que, motivados
por las tres o cuatro veces que hubo crisis por la falta de agua para el
pueblo durante el éxodo, creen que la palabra "wilderness" implica
un lugar sin agua ni
vegetación, al igual que lo piensan los que leen en español.
Para entender por qué
sufrieron escasez de agua tres o cuatro veces durante los 40 años
de éxodo, debemos tener en cuenta lo siguiente. Según Nm
1:46 los hombres de más de 20 años, contados durante el
éxodo, fueron 603,550. Si nos guiamos por cualquier tabla
demográfica podemos calcular que si había esa cantidad de hombres
de 20 años arriba, había por lo menos la misma cantidad de
mujeres, y otro tanto de niños, a lo cual debemos sumar los extranjeros,
y aún egipcios que se les habían unido para escaparse de Egipto.
Si multiplicamos por tres el número de hombres, y le sumamos los
extranjeros, no será exagerado decir que en el éxodo participaron
dos millones de seres humanos, con sus burros, caballos, bueyes, ovejas,
chivos, gallinas, perros, etc..
Encontrar agua para todas las
necesidades de dos millones de personas, en un lugar incivilizado, donde
no hay poblaciones, ni fincas, ni pozos, es una tarea ciclópea. Por
eso tres o cuatro veces tuvieron problemas de falta de agua durante los 40
años del éxodo. El problema no era que estaban en un desierto
como el Sahara, sino que tenían que hallar agua para dos millones
de personas y sus animales y eso no se encuentra fácilmente en lugares
inhabitados.
Si vamos ahora a ver el uso
que de la palabra desierto se hace en la Biblia notaremos que los lugares
calificados como "desierto" en versiones españolas, o "wilderness"
en versiones inglesas, no eran terrenos sin agua ni vegetación. Veamos
algunos ejemplos.
Tengamos primero en cuenta que un desierto es un lugar deshabitado,
aunque tenga mucha vegetación y mucha agua. Es un lugar solitario,
la gente no tiene facilidades para vivir allí. Por ejemplo, en este
sentido, la selva del Amazonas es un desierto, pero no es un lugar árido
y sin agua. Puede que un lugar no esté habitado por otros motivos,
no por falta de vegetación y agua. En el siguiente pasaje veremos
que en el "desierto" donde bautizaba Juan, había suficiente agua para
bautizar a las multitudes.
"Bautizaba Juan
en el desierto, y predicaba
el bautismo del arrepentimiento para remisión de pecados." (Mr
1:4)
Si Juan bautizaba en el "desierto"
es porque había allí suficiente agua como para que la gente
se metiera en ella al menos hasta la cintura. Por lo tanto, el llamado
"desierto" no era un lugar como el Sahara, sino un lugar como el campo o
los bosques de nuestros países, cuando se hallan lejos de las ciudades
y de las carreteras. Puede ser un lugar donde no hay facilidades para vivir,
pero puede haber ríos y un lagos.
Un poco más adelante,
en Mr 6:35-39, a pesar de que en el versículo 35 se habla de "desierto",
en el 39 se ve que allí había
hierba verde. Esto da la tónica de a qué cosa ellos llamaban
"desierto". Le llamaban desierto a un territorio despoblado.
"35 Y como ya fuese el día
muy entrado, sus discípulos llegaron a él, diciendo:
El lugar es desierto, y el día
ya muy entrado; 36 envíalos
para que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para sí
pan; porque no tienen qué comer.
37 Y respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y
le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y
les demos de comer? 38 Y él
les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Id, y vedlo. Y
sabiéndolo, dijeron: Cinco, y dos peces.
39 Y les mandó que hiciesen recostar a todos por partidas
sobre la hierba
verde."
(Mr 6:35-39)
Si
leemos Jn 6:10 donde se relata este mismo episodio, veremos que dice que
había mucha hierba. Si
había mucha hierba no pueden estar hablando de un lugar estéril,
de un páramo, sino de un lugar solitario, un lugar sin gente.
"Entonces Jesús dijo:
Haced recostar la gente. Y había
mucha hierba en aquel lugar; y recostáronse como número
de cinco mil varones."
(Jn 6:10)
Otro buen ejemplo es Ex 19:1.
En este versículo vemos que el pueblo llegó al
"desierto" de Sinaí. Este "desierto" era un lugar
inhabitado, no un lugar estéril o infecundo. No era un páramo
exento de agua y vegetación. Para
decir esto me baso en el hecho de que para alimentar a las ovejas, vacas,
asnos, etc, tenía que haber hierba y agua en el lugar; y en el
hecho probado de que tenía suficiente agua, no solo para beber, sino
para lavar la ropa, como podemos constatar en Ex 19:14.
"Al mes tercero de la salida
de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en aquel día
vinieron al desierto de Sinaí." (Ex 19:1)
"Y descendió Moisés
del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y
lavaron sus
vestidos."
(Ex 19:14)
Cuando el pueblo se fabricó
el becerro de oro, el lugar donde se hallaban no carecía de agua,
no era lo que hoy en día se considera un desierto. Lo prueba el hecho
de que en el "desierto" donde el pueblo se hallaba corría un arroyo,
que fue donde Moisés echó el polvo del becerro de oro. Eso
no quiere decir que siempre había de donde sacar agua, y menos para
un pueblo compuesto por más de
dos millones de personas con sus
animales, pero tampoco quiere decir que cuando mencionan la palabra
"desierto" debemos imaginarnos un lugar donde sólo se ve arena. Otro
tanto vemos en Dt 10:7 en donde también se menciona la existencia
de arroyos.
"Y tomé vuestro pecado,
el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo
desmenucé moliéndole muy bien, hasta que fue reducido a polvo;
y eché el polvo de él en
el arroyo que descendía del monte."
(Dt 9:21)
"De allí partieron a
Gudgod, y de Gudgod a Jotbath, tierra
de arroyos de aguas."
(Dt 10:7)
Usando el sentido
común, nos tenemos que dar cuenta de que si aquel pueblo sacrificaba
diariamente en el Tabernáculo del Testimonio, ovejas, cabras y bueyes,
es porque podían criarlos y alimentarlos. Por lo tanto, tenían
hierba y agua para los animales, al igual que para las personas. Igualmente,
en el siguiente pasaje se declara que el
fuego del altar tenía que arder constantemente sin
apagarse, por consiguiente, el sacerdote tenía que tener
suficiente leña para ponerla constantemente sobre el altar.
"12 Y el fuego encendido sobre
el altar no ha de apagarse, sino que el
sacerdote pondrá en él leña cada mañana,
y acomodará sobre él el holocausto, y quemará sobre
él los sebos de las paces.
13
El fuego ha de arder continuamente
en el altar; no se
apagará."
(Lev 6:12-13)
Dado que según vemos, en este momento los israelitas se hallaban
al comienzo de su peregrinaje de 40 años, en medio de una región
despoblada, es lógico razonar que el tal desierto no es lo que hoy
se ve en el Sahara o páramos parecidos. Es evidente que
en ese llamado desierto había suficiente cantidad de
vegetación arbórea, como para producir toda la leña
que se necesitaba para quemar constantemente sobre el altar, cada día,
durante todo el año. Y no solamente para el altar, sino para la comida
y demás usos de todo un pueblo de un par de millones de personas.
No era aquella una región árida (estéril
), sino una región desierta sin gente, sin ciudades.
Algo semejante se puede razonar
de Nm 15:32. Como se ve en este versículo, a lo que en la Biblia
le llaman "desierto" no es siempre lo que hoy nosotros concebimos como tal.
Para nosotros, "desierto" son las dunas del Sahara, donde nada, sino cielo
y arena ven nuestros ojos. Aquí, evidentemente, no es ese el concepto
que se halla tras la palabra "desierto",
puesto que este hombre se hallaba recogiendo leña en
ese "desierto". Si había leña en el desierto, es
porque había árboles y arbustos de los cuales sacarla; había
vida vegetal superior.
"Y estando los hijos de Israel
en el desierto, hallaron un hombre
que recogía leña en
día de sábado."
(Nm
15:32)
Al leer Nm 11:9 se ve que este
supuesto "desierto" por donde andaban los israelitas durante el Éxodo,
no era un lugar seco, puesto que había rocío por la noche.
En otras ocasiones, como en I R 17:1, vemos que para que se acabara el
rocío, tenía que haber una sequía muy grande, como en
la época de Elías. Por lo tanto, la presencia del rocío
en este supuesto "desierto", nos hace ver que era un terreno más
fértil que el de Israel en tiempos de la sequía de tres años
y medio que trajo Elías.
"Y
cuando descendía el
rocío sobre el real de noche, el maná descendía
de sobre
él."
(Nm 11:9)
"Entonces Elías Thisbita,
que era de los moradores de Galaad, dijo a Achab: Vive Jehová Dios
de Israel, delante del cual estoy, que
no habrá lluvia ni
rocío en estos años, sino por mi
palabra."
(I R 17:1)
Hay otros pasajes de los que
se deduce también, que el territorio por donde andaban los hijos
de Israel, no era un lugar sin agua ni vegetación. En I Sam 23:15
se ve que la palabra se usa con el significado de "paraje solitario", "lugar
despoblado", pues en ese "desierto"
había un bosque. Si se refiriera a un lugar árido, como
el Sahara, no podría haber allí un bosque. Es casi seguro que
sea con ese significado de "lugar despoblado", que se usa la palabra "desierto"
en Apocalipsis 12: 6 y 14.
"Viendo pues David que Saúl
había salido en busca de su alma, se estaba él
en el bosque
en el desierto de
Zif." (I Sam 23:15)
Algo parecido vemos en I Sam
24:1-4 donde andando David por el desierto de Engaddi llegó a
donde había una majada de ovejas. Si había una majada es porque
se podían criar ovejas, y si se podían criar ovejas es porque
había hierba y agua.
"1 Y como Saúl volvió
de los filisteos, le dieron aviso diciendo: He aquí que
David está en el desierto de Engaddi.
2 Y tomando Saúl tres mil
hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de los suyos, por
las cumbres de los peñascos de las
cabras monteses.
3 Y como llegó a
una majada de ovejas en el camino,
donde había una cueva, entró Saúl en ella a cubrir sus
pies; y David y los suyos estaban a los lados de la cueva." (I Sam 24:1-3)
También vemos en Ex
3:1 que Moisés apacentaba las ovejas de su suegro
en el "desierto" donde
tuvo la visión de la zarza que ardía y no se consumía.
"Y
apacentando Moisés las
ovejas de Jethro su suegro,
sacerdote de Madián,
llevó las ovejas detrás del desierto, y
vino a Horeb, monte de Dios."
(Ex 3:1)
San Pablo le da el uso de "lugar
sin habitantes", a la palabra "desierto". En II Co 11:26 vemos que él
contrapone la frase, "peligros en la ciudad", a la frase "peligros en el
desierto". Es decir, peligro donde hay habitantes y peligros donde estamos
en solitario.
"En caminos muchas veces, peligros
de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación,
peligros de los gentiles, peligros
en la ciudad,
peligros
en el desierto, peligros en la mar, peligros entre falsos
hermanos"
(II Co 11:26)
Si vamos a Mt 3:1-4 veremos
que Juan Bautista hallándose en el desierto, se alimentaba con miel
silvestre. Si había miel es porque había flores en ese
lugar. No se trata de un lugar donde no hay vegetación, porque si
así fuera no podría haber flores ni abejas ni miel. Desierto
quiere decir solitario, sin gente, mientras que páramo significa sin
vegetación.
"1 Y en aquellos días
vino Juan el Bautista predicando en el
desierto de Judea, 2 Y diciendo: Arrepentíos, que el Reino de
los Cielos se ha acercado. 3 Porque
éste es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaías, que
dijo: Voz de uno que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor,
enderezad sus veredas. 4 Y tenía Juan su vestido de pelos de camellos,
y una cinta de cuero alrededor de sus lomos; y
su comida era langostas y miel
silvestre."
(Mt 3:1-4)
Como hemos visto en todos estos pasajes leídos y en todos los
razonamientos que hemos hecho, la palabra "desierto" en español y
la palabra "wilderness" en inglés, no describen un lugar sin agua
ni vegetación, sino un lugar solitario, un lugar sin habitantes o
con muy pocos habitantes.
Muchos han creído que la Tierra Prometida era semi-árida,
porque ven que ahora gran parte de ella es semi-árida, pero en aquella
época era una tierra muy fértil. Lo que sucede es que el pecado
echa a perder la tierra y el clima, como bien claramente dice Gn 4:11-12
y Sal 107:33-34.
"11 Ahora pues, maldito seas
tú de la tierra que abrió su boca para recibir la sangre de
tu hermano de tu mano. 12 Cuando
labrares la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero
serás en la Tierra."
(Gn 4:11-12)
En
otros varios pasajes he observado que el pecado del pueblo que habita una
tierra repercute en forma dañina en el clima, en la fertilidad, y
en la sanidad del territorio por ellos habitado. En el siguiente pasaje se
ve claramente que la infertilidad del territorio está ligada a la
maldad de sus habitantes. Es decir, que
el pecado continuado e irredento puede
hacer inhóspito un territorio.
"Él vuelve los ríos
en desierto, y los manantiales de las aguas en secadales;
la tierra fructífera en salados, por la maldad de los que
la habitan."
(Sal 107:33-34)
Otro tanto dice en I R 8:35 y II Cr 6:26. Salomón, haciendo
el discurso de inauguración del Templo, le pide a Dios que atienda
a las oraciones del pueblo cuando por haber ellos pecado, la lluvia se detenga.
"Cuando el cielo se cerrare,
y no lloviere, por haber ellos pecado
contra ti, y te rogaren en este lugar, y confesaren tu nombre, y se volvieren
del pecado, cuando los hubieres afligido; Tú oirás en los Cielos,
y perdonarás el pecado de tus
siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino
en que anden; y darás lluvias
sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por
heredad."
(I R 8:35)
"Si los cielos se cerraren,
que no haya lluvias por haber pecado
contra ti, si oraren a ti en este lugar, y confesaren tu nombre, y se
convirtieren de sus pecados, cuando los
afligieres"
(II Cr 6:26)
Cuando se cometió el
primer pecado una de las primeras reacciones fue que la tierra produciría
espinas y cardos y que sería cosa trabajosa sacarle el sustento
diario. Así que no es nada extraño que los pecados de los
habitantes de una región echen a perder el clima y la tierra.
"Y al hombre dijo: Por cuanto
obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé
diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por
amor de ti; con dolor comerás
de ella todos los días de tu vida; espinos y cardos te
producirá, y comerás hierba del campo;
en el sudor de tu rostro comerás
el pan hasta que vuelvas a la tierra; porque de ella fuiste tomado, pues
polvo eres, y al polvo serás tornado."
(Gn 3:17-19)
Otro argumento que desmiente
la idea de que la Tierra Prometida no era suficientemente fértil,
es II R 18:32, pues, es el mismo Senaquerib, rey de Asiria, acostumbrado
a ver la fértil Mesopotamia, quien dice aquí que la tierra
de Israel era igual que la de él. No dice que la de él era
mejor, sino que era igual: tierra de grano, vino, pan, viñas, olivas,
aceite y miel.
"Hasta que yo venga, y os lleve
a una tierra como la vuestra, tierra
de grano y de vino, tierra de pan y de viñas, tierra de olivas, de
aceite, y de miel; y viviréis, y no moriréis. No oigáis
a Ezequías, porque os engaña cuando dice: Jehová nos
librará."
(II R 18:32)
Es
evidente que el pueblo, durante el éxodo no andaba por regiones
áridas, sin vegetación y carentes de agua, sino en una región
fértil, pero deshabitada, inculta, sin las facilidades que para el
diario vivir tiene una tierra habitada. Es evidente también, que de
acuerdo a la palabra de Dios, la Tierra Prometida era un lugar extremadamente
fértil. Durante los 40 años
de éxodo, el pueblo enfrentó tres o cuatro crisis de agua,
pero el resto del tiempo ellos tenían
suficiente.