COMO LADRÓN EN LA NOCHE,
CRISTO SORPRENDERÁ A LOS INCONVERSOS, NO A LOS CRISTIANOS.
¿Por
qué digo que la sorpresa del ladrón en la noche será para los inconversos y no
para los cristianos? Lo digo porque esa frase “ladrón en la noche”,
referente a la sorpresa de la Segunda Venida de Jesucristo, se menciona seis
veces en toda la Biblia, y en ninguna de ellas se indica que se refiere a los
cristianos. Sin embargo, en algunas de
ellas se ve claramente que se refiere a los inconversos. Esto último lo
dice claramente San Pablo en el siguiente pasaje. Veamos.
Si leemos el versículo 4 veremos
que Pablo le dice a los cristianos que eso no va con ellos, que no se
refiere a ellos. Eso lo dice
cuando les explica, “Mas vosotros, hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón”. Está bien claramente expresado que Pablo no
consideraba que los cristianos iban a ser sorprendidos por la Segunda Venida de
Cristo. Es decir, que él excluye a los cristianos de esa
sorpresa tipo ladrón en la noche.
Por lo tanto, todos los argumentos basados en que los cristianos
seremos sorprendidos, se caen por su base. De todo esto se
desprende claramente, que los que van a ser sorprendidos son los
inconversos, no los cristianos.
Pero hay más.
Cuando
en Mt 24: 43 Cristo habla de la sorpresa estilo ladrón en la noche, lo hace
refiriéndose a que si sus enemigos supieran cuándo iba a ser su Segunda Venida,
se prepararían y “no dejarían” minar la casa. Aquí vemos de nuevo que se refiere a los
que se opondrían a Cristo si pudieran, no a los cristianos, los
cuales jamás se opondrían a su retorno. Otro tanto puede decirse de Lc
12: 39.
(
Ap 3: 3 )
En
Apocalipsis 16: 15 se menciona de nuevo la frase “como ladrón”,
pero en este pasaje, al igual que en el de Pedro, no se dice
tampoco quiénes serán los sorprendidos y quiénes no. Solamente deja
entrever que el que vele, si además guarda sus vestiduras, no será sorprendido.
Aquí podemos aplicar de nuevo lo enseñado por Pablo en el versículo leído
anteriormente en I Tes 5: 1-5, pues no hay ningún otro pasaje que
contradiga esa interpretación.
Estos
seis pasajes son los únicos en los que se menciona la frase “ladrón en
la noche”, y ninguno de ellos se le aplica a los cristianos, sino que
al contrario, en algunos de esos pasajes claramente se les excluye de esa
sorpresa. En todos estos pasajes vemos que: a) o se le aplica
a los enemigos de Cristo, o b) no se dice a quién se le
aplica. Es lógico pues concluir que se refiere a los inconversos.
Además,
es difícil creer que con tantas señales que da la Biblia para que reconozcamos
la proximidad de la Segunda Venida, todavía los cristianos no vayan a
darse cuenta de su cercanía, y los vaya a tomar por sorpresa.
Hay
quienes para aferrarse a la idea de la sorpresiva venida de Cristo han
inventado la hipótesis de que hay dos venidas: una sorpresiva, que
es la que dicen que ocurrirá durante el supuesto Rapto, en la cual se
lleva a la Iglesia Gentil, y otra, la Segunda Venida, en
la que brega solamente con los judíos, la cual, según ellos,
es la que podemos darnos cuenta de cuándo se acerca. Nada de eso es cierto.
A
poco que razonemos nos damos cuenta de que esta exhortación del apóstol
Pablo él la hace a los tesalonicenses, que eran griegos y no judíos, es
decir, eran gentiles. Si
Pablo le dice a los gentiles en I Tes 5: 4, que a ellos no los
iba a sorprender la Segunda Venida de Jesucristo, es porque él sabía que
el arrebatamiento de los gentiles no iba a ser sorpresivo, es decir,
que ellos iban a poder darse cuenta de la cercanía de tan magno evento. Si esos gentiles de Tesalónica no iban a ser
sorprendidos como sorprende un ladrón nocturno, es porque no existe tal
cosa como un rapto sorpresivo de la tal “Iglesia Gentil”. Ni aún inventando la absurda hipótesis del
Rapto, y la no menos absurda división de la Iglesia Cristiana en dos
iglesias separadas, una Iglesia Gentil y una Iglesia Judía, ni
aún así repito, puede justificarse la idea de que eso de “ladrón
en la noche” se refiere a los cristianos. La esposa de Cristo no está formada por
dos cuerpos, uno la llamada Iglesia Gentil y otra la llamada Iglesia Judía;
eso es un absurdo. Veamos ahora
que nuevo absurdo van a inventar una vez que se den cuenta de que este pasaje
les destroza el absurdo anterior.