El pecado es culpa nuestra, no del ambiente, la predestinación, la ignorancia o Satanás

    Dios no desearía enviarnos males, ni permitirlos. Dios no desea acongojar a sus criaturas; si lo hace es para que aprendan algo, o en pago de algo mal hecho. Si Dios no quiere enviarnos males ni congojas, pero éstas vienen, es porque el pecado es culpa del humano. La congoja puede ser la consecuencia natural de lo hecho por nosotros con anterioridad; bien sea como personas, como sociedad o como nación.

 

    31 Porque el Señor no desechará para siempre. 32 Antes si afligiere, también se compadecerá según la multitud de sus misericordias. 33 Porque no aflige ni congoja de su corazón a los hijos de los hombres.”                                                                          (Lam 3:31-33)

    No siempre lo que le acontece a un ser humano es el pago de lo hecho por él. A veces es consecuencia de lo que otros hicieron, como cuando un hijo hereda las enfermedades venéreas de sus padres. Pero hay que darse cuenta de que lo que él hereda solamente es la carne, y solamente lo padece en esta vida. Él puede seguir a Dios ser salvo por Cristo y vivir toda una eternidad sin los inconvenientes que heredó de sus padres, porque va a recibir un nuevo cuerpo a la hora de la resurrección.

    La misma cosa se puede decir de los pecados de la sociedad, como la pornografía, cuyas consecuencias las sufren los niños y las mujeres que no participaron en el pecado. Otro caso puede ser el castigo que a una nación le venga por los abortos que permite. Cuando esa nación es diezmada por la guerra, son muchos los que habiéndose opuesto al aborto, sufren las consecuencias de la guerra.

    Dios no aflige de su corazón al humano, pero si ellos transgreden las leyes de Dios, el proceso natural que le sigue a la falta de obediencia lo sufre toda la sociedad, toda la nación. No obstante, esto que digo, en la casi totalidad de los casos, cuando una persona sufre males y congojas, son motivados por su actuación personal. Al menos esa ha sido mi personal experiencia.

    Hay muchos que quieren echarle la culpa de su tendencia pecaminosa y de sus pecados a sus antecesores. Ellos afirman que por el hecho de que Adam y Eva pecaron, ellos han heredado una naturaleza pecaminosa. Es lo que ellos llaman el pecado original”. Eso es falso. Ver el artículo # 31 en este mismo website.

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