SATANÁS
ECHADO FUERA DEL CIELO ANTES DE PENTECOSTÉS.
Cuando en Jn 12:31 Jesús dice "ahora", eso nos
señala el momento en que “el
príncipe de este mundo”
estaba siendo echado fuera. Claro
que el “ahora” ese que él pronuncia
podía referirse a ese mismo instante o a todo aquel proceso de la
crucifixión y resurrección del Señor, que es lo más razonable.
“Ahora es el juicio de este mundo; ahora
el príncipe de este mundo será echado fuera.”
( Jn 12: 31 )
Si leemos Lc 22:31 veremos que Satanás había pedido a los apóstoles para
zarandearlos como a trigo. Si los había pedido es porque en ese
momento aún tenía acceso a Dios, es decir, no había sido
echado del Cielo aún. Sin embargo, después de la
crucifixión de Cristo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se dice
que Satanás se presentara ante Dios,
ni se induce que lo hiciera. Eso
hace pensar que ya no se podía presentar ante Dios a hacer peticiones.
Después de la
crucifixión, Satanás y
los demonios, aunque echados fuera
del Cielo, siguen tentando al humano, con la misma antigua permisión
divina que siempre tuvieron, y eso
solamente en términos generales,
no pidiendo permiso para una tentación específica, como en el caso de Job, y en el de zarandear a los
apóstoles. En estos dos casos
mencionados se ve que Satanás tenía acceso directo a Dios, porque estaba aún en el Cielo.
Sabiendo que a Satanás se
le llama “el príncipe
de este mundo”, nos es dable
pensar que él fue "arrojado
fuera" del Cielo durante el ministerio terrestre de Cristo. ¿Por qué pienso
así? Porque en Jn 12:31,
que leímos anteriormente,
vemos que Nuestro Señor Jesucristo habla en presente diciendo que "ahora" "será"
echado fuera Satanás. Al
decir “ahora” nos hace ver que iba a ser
echado fuera durante el proceso de la crucifixión y resurrección
del Señor; y al usar la
palabra “será” (futuro) nos hace ver que en el momento en que hablaba aún no
había sido echado fuera.
Ahora bien, ¿de
dónde fue arrojado fuera?
Lógico es pensar que del Cielo;
porque evidentemente, no fue echado
fuera del planeta Tierra. Todo esto
concuerda con lo dicho por el Señor en Lc 10:18.
“Y les dijo: Yo veía
a Satanás, como un rayo, que caía del Cielo.”
( Lc 10: 18 )
Es probable que al Diablo se le soportara por un tiempo en el Cielo,
a pesar de sus maldades, como lo
indican los capítulos primero y segundo de Job. Pero cuando se atrevió a levantarse directamente contra el
Hijo de Dios, durante la vida
terrenal del Señor,
tentándolo, tratando de hacer
que pecara, y por último incitando
a otros a que lo hicieran sufrir, lo
crucificaran y lo asesinaran, ya no se le soportó más.
Había llegado muy lejos, y
por lo tanto, no podía seguir
viviendo donde iría a vivir y a reinar Jesús resucitado, a quien maltrató y
asesinó en la Tierra. No es
lógico que hubiera ya en el Cielo lugar para él; y debido a eso, fue arrojado a la Tierra.
No podían vivir juntos "bajo
un mismo techo" Dios y el asesino de su Hijo. No podían vivir
juntos Cristo y quien trató,
mediante tentaciones de pecado, de
alejarlo para siempre de su Padre Dios.
Por eso es lógico pensar que fue
después de la crucifixión, que Satanás fue echado fuera
del Cielo.
Está claro que el proceso
de la crucifixión y resurrección de Cristo es el momento descrito
en Ap 12:7-13 donde se menciona por
dos veces que el Diablo fue echado fuera,
especialmente en los versículos 9 y 12.
“7 Y fue hecha una grande batalla en el Cielo, Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus
ángeles. 8 Y no
prevalecieron, ni su lugar fue más hallado en el Cielo. 9 Y fue
lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama
Diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue
arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una grande voz en el Cielo que
decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba
delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido
por la sangre del Cordero, y por la
palabra de su testimonio; y no han
amado sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, Cielos, y los que
moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra
y del mar!, porque el Diablo ha descendido a vosotros,
teniendo grande ira, sabiendo que
tiene poco tiempo. 13 Y
cuando vio el dragón que él había sido arrojado a la
Tierra, persiguió a la mujer que había parido al hijo
varón.” (
Ap 12:7-13 )
En este pasaje se dice que el
Diablo, una vez lanzado a Tierra, persiguió a la mujer, cosa que concuerda con la realidad
histórica, si admitimos que
la mujer es el conjunto de los santos,
la Iglesia, los creyentes de la
sinagoga convertidos al cristianismo.
Efectivamente, la persecución
se desató contra la Iglesia después
de la crucifixión y resurrección del Señor. Recordemos que
fueron los judíos las víctimas de la primera persecución
al cristianismo.
Después de haber sido
arrojado del Cielo, es que
Satanás persiguió a la Iglesia, de donde se deduce que él
fue arrojado del Cielo antes de las persecuciones de la Iglesia,
pero después que
Jesucristo dijo en Jn 12:31, que era “ahora” que
Satanás sería expulsado.
“Ahora es el juicio de este mundo; ahora
el príncipe de este mundo será
echado fuera.”
( Jn 12:31 )
Es de notarse lo categórico
que fue el Señor en este versículo ( Jn 12:31 ) cuando dijo: “....ahora el príncipe de
este mundo será echado fuera”. Esto lo está diciendo
poco antes del capítulo trece de Juan, donde comienza la larga y detallada narración de la
conversación del Señor con sus discípulos durante la
última cena. Quiero decir con
esto, que ya faltaba muy poco para
la crucifixión y aún el Señor pone la expulsión en
futuro, pero un futuro cercano, por cuanto es modificado por el adverbio
“ahora”.
De todo esto se colige que la expulsión ocurrió
después de la crucifixión; lo cual, además, suena
lógico, por la razón
de que no van a convivir Dios,
Cristo, el Espíritu Santo y
los que aman a Jesús, en el
Cielo, con el que lo asesinó
en la Tierra e intentó perderlo eternamente.
Otra cosa que ayuda a pensar que
la expulsión de Satanás del Cielo tuvo lugar durante el proceso
de la crucifixión y resurrección del Señor, es el hecho de que en el
versículo 10 de este capítulo de Apocalipsis, después de decir en el 9 que Satanás y sus
ángeles habían sido expulsados, dice que "...Ahora
ha venido la salvación...". No es lógico pensar que la
salvación vino porque simplemente se expulse al Diablo del Cielo. Lo
lógico es pensar que la salvación vino sólo después
que Jesucristo murió y resucitó; por lo tanto, tenemos que pensar que si la
mencionada salvación y la expulsión son contemporáneas, esta expulsión ocurrió
durante el proceso de la crucifixión y resurrección.
También es lógico
razonar que si mencionan que la persecución de la iglesia ocurrió
después que
Satanás fue echado fuera, es
porque Satanás había sido ya
expulsado del Cielo cuando comenzó la persecución de la Iglesia.
Tal vez el Señor estuvo en la Tierra 40 días antes de ascender, para dar tiempo a que echaran del
Cielo a sus enemigos.