Tácticas demoníacas para vencer al pueblo de Dios

      El ser humano tiene libre albedrío, y por ello puede crear ideas y sentimientos, los cuales pueden estar en armonía o en conflicto con los de Dios. El Señor no castiga a nadie por pensar erradamente por falta de conocimiento. El pecado sobreviene cuando conociendo, o pudiendo buscar cual es la actitud de Dios sobre un tema, no la buscamos, o no le hacemos caso una vez conocida. El pecado viene cuando mantenemos las ideas y sentimientos que sabemos que son contrarios a los de Dios. Es decir, que el bien está en arreglar nuestros sentimientos, pensamientos e ideas y conformarlos a los de Dios. El mal está en no hacerlo.

      Cuando Balaam se enteró de la voluntad de Dios respecto a Israel (Nm 22:12) debió haber tomado partido en favor de ese pueblo. De ahí en adelante debió actuar de acuerdo con lo que quería Dios. Pero no, no conformó su voluntad a la de Dios, sino que continuó deseando ir con los mensajeros de Balac para maldecir a quienes Dios había bendecido. Lo único que él no hacía, por temor a las consecuencias, era realizar la acción; pero su sentir era el mismo de antes, no se había modificado. Es decir, a pesar de saber la voluntad de Dios, la rechazaba; deseaba más bien la voluntad de Balac, que le ofrecía regalos.

"12 Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito. 13 Así Balaam se levantó por la mañana, y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros." (Nm 22:12-13)

      En 22:13, en vez de decir, por ejemplo, "yo no quiero ir, porque a Dios no le parece bien que se maldiga a ese pueblo; yo os aconsejo que busquéis un arreglo con Moisés, etc.,"; lo que hace es echarle la culpa a Dios cuando dice "...Jehová no me quiere dejar ir....". Eso significaba que si Dios no se lo impidiera iría, aún sabiendo que era contrario a lo deseado por Dios.

      En 22:18, en vez de decir: "Yo no quiero ir con vosotros, porque ya la primera vez me lo dijo Dios", lo que dice es "...no puedo traspasar la palabra de Jehová...". Eso significa que si pudiera lo hacía aunque a Dios no le gustara.

      En 22:19 vuelve a preguntarle a Dios, a pesar de que ya sabía su voluntad. Con eso demuestra que prefería la idea de Balac, que le ofrecía regalos, en vez de la de Dios. A fin de cuentas era Dios quien le daba a Balaam el poder, gracias al cual, Balac lo andaba buscando para ofrecerle esos regalos.

      Por último en 22:38, como justificándose con Balac dice: "He aquí yo he venido a ti, mas ¿podré ahora hablar alguna cosa?". Era lógico que si Balac lo llamaba para maldecir al pueblo, y él sabía que Dios lo había bendecido, lo más sensato fuera no ir a Balac. Así evitaba tener que hacer delante de Balac lo que ese rey no quería. Pero Balaam fue, con la esperanza de poder hacer algo de lo que Balac sí quería y Dios no quería.

      Por esa actitud perversa que muestra Balaam, es por lo que el Ángel de Dios, (que es el que en realidad está tratando con este profeta como dice Nm 22:35), se enfurece cuando Balaam va a ver a Balac. El ángel le permite ir, pero viendo que va muy a gusto, se enfurece. Balaam no maldice al pueblo, porque Dios no lo deja. Él no lo hace físicamente, pero en su corazón hay deseos de hacerle daño. No lo maldice físicamente con su boca, pero usando un subterfugio, le hace daño. ¿Cómo?

      Dado que Dios no le prohibió específicamente dar consejo contra Israel, Balaam se aprovecha de eso y aconseja a los madianitas. Es Balaam el que enseña a los madianitas que si el pueblo de Dios pecara, Dios le quitaría su amparo y podrían vencerlo. Por lo tanto, les enseña que la mejor estrategia contra el pueblo de Dios era echarle sus mujeres como carnada, a fin de hacerlos fornicar e idolatrar.

"Y reposó Israel en Sittim, y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab; las cuales llamaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. Y se allegó el pueblo a Baal-Peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel." (Nm 25:1-3)

 

"Y les dijo Moisés: ¿Todas las mujeres habéis reservado? He aquí ellas fueron a los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para causar prevaricación contra Jehová en el negocio de Peor; por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová." (Nm 31:15-16)

      A pesar de los miles de años transcurridos desde entonces, esa sigue siendo la táctica a seguir, por parte de los enemigos de Dios, con el pueblo de Dios. Satanás aún echa las mujeres que él controla, al pueblo de Dios, para que este peque y se quede sin el amparo divino, y entonces vencerlo. (Ver el artículo # 50 en esta misma serie).

      En resumen, Balaam no hacía físicamente lo que Dios le prohibía, porque no podía. No obstante, buscaba todos los medios posibles para ir contra lo que él sabía que era la voluntad de Dios, siempre que físicamente pudiera hacerlo. Buena prueba es que Balaam se quedó con los madianitas en vez de irse a su casa. Por eso es que cuando Israel guerrea con los madianitas, entre los muertos más notables se halla Balaam.

"Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián: Evi, y Recem, y Zur, y Hur, y Reba, cinco reyes de Madián; a Balaam también, hijo de Beor, mataron a cuchillo." (Nm 31:8)

      Para terminar, podemos ver en II P 2:15, que el apóstol nos testifica que Balaam amó el premio de la maldad. También en Judas 1:11 éste lo acusa de amar la recompensa. Al leer tales cosas, nos reafirmamos en que, efectivamente, su deseo interior era lo malo, y que por eso se enfureció el ángel de Dios.

      Es bueno tener presente la táctica inventada por Balaam, no solamente para evitarla en nuestra vida diaria, sino para entender lo que se dice en Ap 2:14, en la carta al ángel de la iglesia en Pérgamo.

"Pero tengo unas pocas cosas contra ti: porque tú tienes ahí los que tienen la doctrina de Balaam, el cual enseñaba a Balac a poner escándalo delante de los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación." (Ap 2:14)

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