El yugo que ni Pedro ni sus padre habían podido llevar era la ley ritual

      Esto que dijo Pedro se refiere al yugo que representaba el cumplimiento estricto de la ley ritual. ¿Por qué? Porque cada vez que alguien cometía un pecado, tenía que venir desde Galilea a Jerusalem, y hacer un sacrificio en el Templo. Esto era casi imposible para los que vivieran lejos del Templo, y para los que fueran pobres y no pudieran costear esos sacrificios constantemente.

      Durante la época anterior al sacrificio de Cristo, el creyente, para purgar sus pecados, tenía que hacer sacrificios de corderos, lavamientos y otros muchos ritos.

      Una persona corriente, que cometiera pecado por obra, palabra o pensamiento dos o tres veces al mes, no podía presentar todos los sacrificios y ceremonias requeridos. Tal cosa le era económica-mente prohibitivo a cualquier persona corriente, sobre todo si pensamos no solamente en los pecados de esa persona, sino en los de toda su familia.

      Además, estaba la imposibilidad logística. Quien no viviera en Jerusalem, cerca del Templo, tenía que viajar hasta allá para poder sacrificar, dado que la ley prohibía y castigaba los sacrificios fuera del Templo. Nadie podía hacer un viaje de tres o cuatro días, dos o tres veces al mes, cada vez que tuviera un pecado él, su esposa o alguno de sus hijos. Esto sin contar las tres fiestas anuales en las cuales era obligatorio ir hasta Jerusalem.

      Por eso es que Pedro dice aquí que las leyes rituales eran un yugo que ni él ni sus padres habían podido llevar. Efectivamente, era casi imposible cumplir todas las leyes rituales necesarias para ser redimido, cada vez que alguien pecaba de alguna forma; sobre todo para los que vivían lejos, como Pedro y los otros apóstoles, que vivían en Galilea.

      Esto se hace más claro al leer Hch 15:10-11, sobre todo el versículo 11 que está redactado como un consecuente del previo antecedente enunciado en el versículo 10.

 

    10 Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos yugo, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? 11 Antes por la gracia del Señor Jesús creemos que seremos salvos, como también ellos.”         (Hch 15:10-11)

      Como vemos, Pedro estaba ya convencido de que para el perdón de nuestros pecados ya no era necesario ir a ofrecer sacrificios de corderos al Templo, sino que éramos limpios por la gracia del Señor Jesús, que era el verdadero Cordero de Dios. Debido a ese conocimiento no estaba él de acuerdo en que se le impusiera a los gentiles la ley ritual, puesto que el simbolismo que estos sacrificios, ritos y ceremonias representaban, estaba ya presente en el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo.

      Si leemos el origen de esta contienda en 15:1-2 y 5-6 veremos que lo que se le quería imponer a los gentiles convertidos al cristianismo, como condición para salvarse, eran los ritos de la ley judía, comenzando por la circuncisión. No se trataba de que los apóstoles rechazaran las leyes divinas para el comportamiento humano, sino que rechazaban el seguir haciendo uso de la ley ritual como método de salvación, como hasta entonces se había hecho.

 

    1 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Que si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. 2 Así que, suscitada una disensión y contienda no pequeña a Pablo y a Bernabé contra ellos, determinaron que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalem, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, sobre esta cuestión.”                                          (Hch 15:1-2)

 

 

    5 Mas algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron, diciendo: Que es menester circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. 6 Y se juntaron los apóstoles y los ancianos para conocer de este negocio.”             (Hch 15:5-6)

      El yugo que Pedro dice que ni ellos ni sus padres habían podido llevar es el yugo de la ley ritual.

      Súmese a esto la enorme carga que habían añadido a las leyes rituales y a las de comporta-miento, los escribas y fariseos según nos declara el mismo Señor en Lc 11:46, y se verá por qué Pedro dice que no se podía llevar ese yugo.

 

    Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, doctores de la ley!, que cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar; mas vosotros ni aun con un dedo tocáis las cargas.”

                                                                                           (Lc 11:46)

      Se evidencia que el yugo que no podían llevar los creyentes anteriores a Cristo, era el formado por la ley ritual, y las imposiciones de los escribas y fariseos, no los diez mandamientos y demás leyes que para el comportamiento humano había Dios establecido.

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